La madera es uno de los materiales preferidos por los usuarios de hoy en día a la hora de plantearse un espacio. En este sentido, está muy alineada con los atributos contemporáneos que los interesados buscan transmitir a través de sus hogares: es orgánica, es natural y aporta calidez y texturas.

Sin embargo, si nos centramos en los baños, parece que apostar por la madera sea una opción arriesgada, por el constante contacto del material con la humedad y el agua. La pregunta es: ¿es buena idea utilizar madera en el baño?

Si estás pensando en usar este material, este artículo de interesa 🙂

Madera en el baño: ¿es problemática?

Hasta hace muy poco, la madera era un material poco recomendado para los baños: su gran porosidad hacía que se degradara fácilmente por el constante contacto con la humedad que se genera en estos entornos.

En la actualidad, esto ya no es un problema, gracias a la entrada en el mundo de la decoración de las maderas tropicales – que son mucho más resistentes al vapor – y a los avances tecnológicos que han permitido desarrollar tratamientos selladores contra la humedad cada vez más eficaces, como las pinturas poliuretánicas o algunos sistemas de ventilación absolutamente eficientes.

Así, podemos afirmar que hoy en día el uso de la madera en nuestro baños no implica ninguna complicación, siempre y cuando seleccionemos y cuidamos bien el material.

Modelo disponible en Ecoceram, colección Area

Modelos disponible en Ecoceram, colección Baltic

¿Qué puede aportar el uso de la madera en el nuestro baño?

La madera es un material muy agradecido en muchos sentidos, tanto desde un punto de vista decorativo como funcional. Usarla en nuestros baños puede aportarnos muchos beneficios y hoy os queremos hablar de algunos de ellos:

  1. Aporta calidez

La madera siempre aporta un toque cálido a los espacios, tanto desde un punto de vista estético como práctico. Por ejemplo, aplicada en el suelo, permitirá que éste no esté tan frío, gracias a su baja conductividad térmica que hace que se mantenga calentita. O en mobiliario y paredes, siempre conseguirá que el espacio sea más acogedor y arropado, evitando así la sensación de un baño demasiado frío.

Lo importante es que está esté bien sellada y con un tratamiento antihumedad adecuado, y no tener que sufrir así por si entra en contacto con el agua.

Fotografía de Ecoceram

Fotografía de El Mueble

  1. Aporta un toque rústico

Hace poco os hablamos del rústico como un estilo de moda para aplicar a nuestros baños. La madera es uno de los elementos por excelencia de este imaginario, que puede ser usada en diferentes contextos e intenciones: desde en el mobiliario hasta en paredes o detalles.

Eso sí, para darle credibilidad, si apuestas por este estilo es importante que sea una madera recuperada o con apariencia envejecida, para que el ambiente sea mucho más genuino.

Fotografías: Pinterest

  1. Matices, texturas y naturalidad

 La madera da mucho juego a la hora de crear contrastes con otros materiales, además de aportar texturas interesantes en contraposición a los colores blancos que suelen predominar en los baños.

Asimismo, un baño con presencia de madera siempre evocará un ambiente natural y equilibrado: no hay nada más reconfortante y relajante que la incorporación de madera natural, tal y como podemos ver en muchos centros de spa e hidroterapia.

 Modelos disponible en Ecoceram, colección Madagascar 

 

 Modelo disponible en Ecoceram, colección Seychelles

Modelo disponible en Ecoceram, colección Area

 ¿Qué maderas y cuidados son los adecuados?

Si bien hemos comentado que la madera de hoy en día ya está preparada para ser usado en baños, es importante que seleccionemos una madera lo más resistente al agua posible y asegurarnos que esta cuenta con un tratamiento efectivo contra la humedad. Además, recomendamos que realicéis un mantenimiento constante, renovando barnices e intentando secar las superficies cada vez que entren en contacto con el agua.

Los dos tipos de madera más comunes utilizadas en los lavabos y bañeras son de teca o de alerce. La primera es una madera tropical de naturaleza impermeable que cuenta con un sistema de aceite que permite que el agua se quede estanca y no penetre. La segunda es la madera usada tradicionalmente para fabricar barcos, por lo que es absolutamente resistente al agua.

Fotografía: madera de teca

Fotografía: madera de alerce

Para el mantenimiento, hay que tener en cuenta qué tipo de madera tenemos:

Estas son las más complicadas de tratar, ya que el barniz no asegura un 100% de impermeabilidad. Por eso, es importante limpiarlas con detergente neutro, retirarlo con un trapo húmedo y finalmente proceder al secado completo. Además, recomendamos ir repasado el barniz periódicamente, para conseguir que no pierda su brillo y textura original.

Para las maderas con aceite, como la teca, es importante utilizar periódicamente un limpiador específico de teca o jabón neutro. Para evitar la humedad y la creación de moho, hemos de comprobar que la madera ha quedado seca una vez la hemos limpiado.

Para la limpieza de la madera natural debemos usar solo agua tibia y dirigir el movimiento del paño en dirección de la veta de la madera. En el caso que se generen machas, estas pueden ser eliminadas con papel de lija, devolviéndole el aspecto natural.

De este modo, vemos que el uso de la madera puede aportar muchos beneficios a nuestro baño, siempre y cuando tengamos la constancia de cuidarla y mantenerla.

Si queréis saber más sobre este material para vuestro baño, podéis visitar nuestro showroom y te asesoraremos personalmente  🙂

 

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